ENTREVISTA | J.J. Delgado: «La digitalización es una cuestión de sentimiento»

CANAL EMPRESA | CRISTINA ULLOA

Minutos antes de comenzar la charla “Smash it: Cómo dominar la era digital conectando emocionalmente con tu cliente“, el experto en digitalización J. J. Delgado (Juan José Delgado) responde a estas seis preguntas relacionadas con el proceso de digitalización de las pymes y la nueva relación empresa- consumidor en plena revolución digital.

Pregunta- En un contexto en el que las personas sufrimos un fenómeno de sobreinformación sin precedentes, todas las marcas luchan por captar la atención de sus potenciales clientes. Bajo esta realidad de dispersión mental, ¿cómo podemos acercarnos y conectar emocionalmente con nuestro público?

Respuesta-Vivimos en una época en la que captar la atención de nuestros clientes se ha convertido en el gran reto para todas las compañías, independiente de su tamaño. A día de hoy la atención ha migrado a los teléfonos móviles, a las redes sociales, a internet… Para mí no hay mejor manera que siendo auténtico.

Hemos pasado de una época en la que las compañías se podían comunicar de una manera mono direccional -ellas comunicaban y los clientes escuchaban- a una fase totalmente diferente en la que son los propios clientes quienes comunican mucho más sobre nuestras marcas, proyectos o servicios de lo que lo hacemos las propias organizaciones.

Por tanto, siendo honesto, siendo real, auténtico y sobre todo, conectando emocionalmente con nuestros consumidores es la única manera de destacar y que no te hagan el scroll down y te diluyas en lo que está pasando dentro del teléfono móvil

P- Como experto en digitalización apuestas por la importancia de digitalizar con propósito, ¿nos puedes ampliar este concepto?

R- Se habla mucho de digitalización pero realmente las compañías no quieren ser digitales: lo que quieres es crecer como las digitales.

Lo que no es cash es cashondeo. La digitalización tiene que traer alguno de estos factores claves en las organizaciones. Es decir, como empresa, la digitalización te tiene que servir para crecer,  ‘eficientar’ tus procesos o coger una posición que te defienda frente a la competencia.

P- Y respecto al propósito, ¿Cómo podemos identificarlo?

R- El propósito es intrínseco a cada compañía. Cada organización tiene que encontrar el “para qué”, más allá del “cómo “ o el “qué”.  El propósito es el verdadero reto que toda organización tiene que encontrar.

Las organizaciones tratan de personas, y si nuestro equipo no tiene un propósito, un para qué que les empuje cada mañana a levantarse, es complicado avanzar.

Y digitalizar también resuelve esa dimensión: cómo a través de la digitalización alcanzo mis propósitos que busco como compañía.

P- Ha cambiado el discurso, entonces. Como empresa ya no sólo hay que ganar dinero, hay que tener una ambición de transformar la sociedad para enganchar a nuestro equipo, a los clientes…

R- Son dos caras de una misma moneda que tienes que conjugar.

Indudablemente, las ventas nunca pueden ser un fin en sí mismo, sino la consecuencia de un trabajo bien hecho.

Es verdad que el crecimiento tiene que estar ahí. Sin crecimiento no hay gente que se suba a tu barco, no hay grandes inversiones; es más, no hay propósito si no tienes crecimiento.

Indudablemente los resultados cuantitativos siempre es el resultado de unas inversiones cualitativas.

P- Apuntas que la cultura de la innovación y la formación de los trabajadores como claves en esta era digital.

R- Efectivamente, la digitalización no es un tema de tecnología ni de metodología o recursos; es un tema de personas, de cómo las personas son capaces de cambiar.

Y en este sentido siempre digo lo mismo: si el contexto cambia más rápido de lo que es capaz de cambiar una compañía , entonces, es cuestión de tiempo que quede obsoleta.

Por tanto, la digitalización va mucho de la capacidad que tiene una compañía y su equipo para evolucionar al mismo ritmo que el contexto. Y ahí no hay mayor reto que el formativo, el cómo somos capaces de digerir todo el conocimiento que se está generando de una manera plausible para los profesionales.

Ya sabemos que cualquier cosa que aprendamos hoy va a estar obsoleta en 4 años, por tanto, o enseñamos a aprender a nuestros compañeros o si no es cuestión de tiempo que el conocimiento de las compañías o startups se quede desfasado.

P- Y ahí la responsabilidad de potenciar esa necesidad de aprendizaje constante a toda la organización recae en los CEOs, entiendo.

R- Yo creo que tiene que ser un todo. Dentro de una empresa si solo el CEO  o un departamento en concreto apuestan por digitalizarse no se consigue nada.

La digitalización es un tema de sentimiento, de cómo inyectas un cambio de mentalidad dentro de todo un sistema organizativo. Y ahí la mejor herramienta que he descubierto es el emprendimiento.

Hay final el emprendimiento resume muchos pilares que tiene la digitalización, y por ende, su crecimiento. Ser rápido, ser flexible, ser innovador.

Para inyectar ese espíritu innovador en los profesionales hay muchas herramientas como programas de aceleración, intraemprendimiento, acercamiento al mundo de las startups.

Con esto no quiero decir que todo lo que hacen las startups está bien hecho y todo lo que sale de una compañía tradicional está mal, ni mucho menos.

Creo que el ecosistema emprendedor tiene mucho que aprender de las compañías sobre cómo escalar, cómo hacer procesos mucho más sólidos, y viceversa.

Debemos ser capaces de construir esos vehículos de diálogo y de creación de valor; eso es fundamental para que la digitalización genere resultados reales.

P- Imagínate que te enamoras de Burgos y decides ponerte al mando de una librería que tenemos en nuestro céntrico Paseo del Espolón. Como comerciante de un pequeño negocio, ¿qué aspectos trabajarías para iniciar la digitalización de tu comercio? ¿Por dónde empezarías?

R- La digitalización llega a todo el tejido empresarial, no basta con que las grandes compañías o las grandes tecnológicas vengan a contarnos cómo digitalizarse.

Sin duda, es un tema interesante ver cómo el pequeño y mediano empresario, que conforman el tejido económico español, pueden transitar hacia la nueva economía digital.

La buena noticia es que, gracias a la digitalización,  el pequeño y mediano empresario viven  el mejor momento de todos los tiempos.

Primero, por la capacidad de acceso a tecnología –hace unos años era impensable abordar procesos tecnológicos dentro de una pyme-. A día de hoy,  gracias al ‘software as a service’ (pago por uso de ese software) con 10/20 dólares eres capaz de integrar dentro de tu empresa software carísimos en cuanto a desarrollo.

En segundo lugar, la capacidad de llegar a audiencias gigantes. Hace unos años, cuando las redes sociales no eran una realidad, llegar a comunicarte con tu público potencial era realmente complicado si no tenías una escala grande. En la actualidad, basta un teléfono móvil y un vídeo para hacer un mensaje viral y que todo el mundo conozca tu negocio.

Y tercer aspecto, los canales de venta. Hasta hace un tiempo cuando vendías, te circunscribías a tu área geográfica. Actualmente, a golpe de un clic puedes estar vendiendo en Europa en 5 minutos, literalmente.

Por tanto, se abre un abanico de soluciones para el pequeño emprendedor que antes no existía. No creo que nadie entienda el mundo de los negocios sin que la parte tradicional -o física- y la digital se fusionen.

Ahora bien, solo hay dos estrategias que seguir: uno, o eres más barato, o dos eres diferente. Y yo personalmente prefiero ser diferente.

A raíz de la diferencia y de conectar con un público objetivo de manera emocional escalar mi llegada a más del ámbito geográfico en el que estoy.

JJ Delgado durante su charla ‘Smash it: Cómo dominar la era digital conectando emocionalmente con tu cliente’ en el Palacio de Saldañuela de Fundación Caja de Burgos