Naming: ¿cómo llamamos a nuestra empresa?
La elección de un nombre de empresa es mucho más que la combinación de unas siglas o letras. Cuando un cliente nombra una marca comercial queda emocionalmente ligado a ella. Antonio Machado reflejaba en uno de sus escritos “Dicen que el hombre no es hombre hasta que oye su nombre de labios de una mujer”. Se puede decir lo mismo de las empresas: si el cliente no nos nombra, difícilmente existiremos para él.
3 de enero de 2017
¿Por qué es tan importante escoger un buen nombre? Nuestra marca va a ser el primer contacto que un cliente va a tener con la empresa y sus productos. Cuando vuelve a comprar el producto, de nuevo la pronunciará. Finalmente, los consumidores atribuirán una serie de valores dependiendo de su grado de satisfacción con la marca.
Por esa razón, el término anglosajón conocido como naming (elección de un nombre de empresa) es la base fundamental de las marcas, y una de las primeras tareas que, como emprendedores, debemos enfrentarnos. Poner un nombre a una empresa, requiere un proceso de reflexión en torno a la identidad de la marca, para que el producto se diferencie del resto.
Tened en cuenta que de todos los elementos gráficos y escritos que acompañan a una marca (logotipo, eslogan…) el nombre como tal permanecerá inalterable durante el paso del tiempo. De ahí, su importancia.
Desde Emprendedores de la Fundación Caja de Burgos os aconsejamos que sea un nombre evocador, corto, atractivo y fácil de recordar. Si además, suena bien y puede identificar al producto o servicio que vais a ofrecer, tendréis mucho ganado.
Pero ante todo, no tengáis prisa. Renombrar una marca comercial es un proceso que puede llevar semanas, y exige cierta reflexión. Os dejamos cinco consejos para que esta labor sea lo más efectiva posible:
- Piensa en el mercado al que te diriges. Repasa los términos o conceptos que guarden relación con la actividad que vas a iniciar.
- Reflexiona acerca del mensaje quieres comunicar con el nombre, los valores que hay detrás de tu proyecto empresarial
- Pide opinión a vuestros familiares, amigos y colaboradores. Pero también a gente fuera de tu entorno.
- Antes de darlo por bueno, asegúrate que el nombre no está registrado, al menos en el mismo sector en la que vas a trabajar. Te recomendamos que hagas una consulta en la Oficina Española de Patentes y Marcas. En la web, encontrarás un buscador avanzado en el que puedes comprobar los términos que desees. Asimismo, es fundamental que compruebes la disponibilidad de los dominios de internet para ese término. Directamente puedes hacer las consultas en las empresas de registro de dominios como Arsys, Webempresa, etc.En la Oficina Española de Patentes y Marcas se puede consultar la disponibilidad de los nombres comerciales
- Y sobre todo, Keep Calm. No te obsesiones si otra empresa se te ha adelantado. Tener un buen nombre de marca te puede ayudar mucho, pero ningún éxito o fracaso dependerá del nombre en sí mismo. ¡¡Qué no cunda el pánico si la primera opción no está disponible!! Como anécdota, Amancio Ortega improvisó el nombre de Zara cuando en el Registro le dijeron que el que tenía pensado ya estaba protegido. Pero hay otros muchos casos curiosos de nombres de empresas españolas que lograron el éxito de una forma casual.
Lo verdaderamente importante es el valor que generarás en torno a la marca. Pese a todo, la elección de un nombre de empresa ayudará a que el cliente te nombre y te recuerde.