Colabora: ROBERTO ROMANO DOMÍNGUEZ, de Expersor
Estamos viviendo en el constante sobresalto de las noticias que genera la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, aunque ya hemos aprendido que juntos vamos a salir de la situación actual. Lo que es evidente es que la mayoría vivimos con un nivel de preocupación importante por los efectos que ha tenido la epidemia y con la sensación de que la recuperación no será sencilla. Este contexto se completa con las dificultades que tienen las empresas, las cuales están teniendo que hacer frente a un entorno turbulento, con dificultades o incapacidad para la venta de productos y servicios y muchas con potenciales problemas de liquidez y tesorería.
Dentro de este panorama quienes trabajamos en el mundo empresarial nos enfrentamos a la necesidad de respuestas a corto plazo para garantizar la supervivencia de las empresas y a medio plazo para lograr la recuperación de nuestros negocios. Es el marco ideal para reflexionar sobre el papel que han de tener las personas, como factor estratégico de nuestras empresas. Me gustaría abordar tres aspectos que me parecen fundamentales:
-
Gestión de la crisis
-
Nuevas formas de trabajar
-
El compromiso con el proyecto empresarial
El COVID-19 ha tenido como efecto crear una crisis de una gran magnitud que afecta y afectará al plano personal, empresarial, económico y social.
Los efectos reales no son en este momento previsibles al 100% pero no cabe duda que van a existir; tenemos como tarea ser capaces de minimizar los efectos negativos y desarrollar aprendizaje para poder sacar partido de las oportunidades que existan.
Las crisis, si son gestionadas correctamente, pueden fortalecernos provocando una trasformación que nos hace menos frágiles en el futuro. La crisis actual nos ha hecho entender nuestra vulnerabilidad pero también la fortaleza de las personas cuando pasan del YO al NOSOTROS.
En la empresa precisamos fortalecer el liderazgo basado en el bien común, la comunicación y en poner a las personas en el centro de la empresa. Si las empresas son las personas que las componen, comuniquemos cuales son los retos y problemas a resolver y utilicemos a todas las personas para el desarrollo de alternativas y soluciones. Utilicemos el talento de las personas de la empresa identificando sus fortalezas y generando sinergias combinando la diversidad que tiene el equipo. El 100 por cien de los empleados tienen alguna fortaleza que puede contribuir a superar la crisis.
Las medidas aplicadas para hacer frente a la epidemia del COVID-19 en el ámbito empresarial han supuesto el cambio o avance de algunos aspectos clave en la forma de trabajar: hemos fortalecido la preocupación por la salud, se ha puesto a prueba el teletrabajo, las herramientas y tecnologías colaborativas han sido ampliamente utilizadas y hemos ganado flexibilidad en la organización empresarial. Hemos constatado que hay muchas actividades que pueden realizarse sin estar ancladas a un lugar físico concreto.
La necesidad de aplicar medidas de prevención del contagio ha concienciado a las personas que es crítico cumplir las normas preventivas y utilizar correctamente los EPI. A las empresas les ha forzado a poner en el centro de su actividad el establecimiento de normas preventivas y dotar de medios a sus trabajadores.
Hemos dado un paso adelante poniendo la salud en un punto central de la actividad laboral y generando una cultura de seguridad que conviene mantener en el día a día; fortalezcamos este hábito y evitemos dar un paso atrás.
La utilización del teletrabajo se ha mostrado como una forma de trabajar que puede dar respuesta a retos de nuestra sociedad tan importantes como la conciliación de vida personal y profesional. Le hemos perdido el miedo pero tenemos que desarrollar los mecanismos para gestionarlo eficaz y eficientemente evitando aspectos negativos tales como la desconexión con el proyecto empresarial o la disminución del rendimiento.
Las herramientas colaborativas nos han demostrado que es posible un trabajo en equipo eficiente a distancia. Nos queda la tarea pendiente de ganar experiencia y agilidad en su uso y en desarrollar mecanismos que potencien la efectividad del trabajo en equipo en este contexto.
Las adaptaciones ágiles que se ha realizado en nuestra empresas muestra la capacidad de flexibilidad que pueden tener las organizaciones y se ha mostrado como clave para la adaptación a situaciones inesperadas. Desarrollemos con las personas de la empresa una organización flexible. Existen posibilidades creativas. Trabajemos con jornada, tipos de contratos, retribución flexible…
La situación generada por el COVID-19 ha requerido medidas tales como despidos o ERTES que pueden generar un sentimiento de desencuentro entre las empresas y los trabajadores. Por otra parte hemos visto como se ha solicitado y obtenido el compromiso de la ciudadanía para, juntos, lograr salir.
La recuperación requerirá en las empresas fortalecer el compromiso y adhesión de todas las personas con el proyecto empresarial.
LA CLAVE: EL COMPROMISO
En el mundo empresarial hemos de aprovechar el momento para entender que el compromiso ha de obtenerse ya que no siempre se tiene. Las personas se muestran comprometidas fundamentalmente en función de su personalidad, motivación y grado de satisfacción. Las empresas podemos crear los entornos que faciliten que las personas se comprometan. Estos entornos se caracterizan por varios aspectos:
- Las personas comprenden el proyecto y la situación empresarial y le encuentran significado.
- Las personas sienten que se les requiere formar parte del proyecto.
- Las personas reciben apoyo y recursos para desempeñar su función.
- Las personas ven claramente los resultados y progresos del proyecto.
- Las personas reciben reconocimiento.
- Las condiciones laborales favorecen la implicación e integración.
- El estilo de liderazgo promociona y crea entornos que favorecen el compromiso.
En mi opinión, fortalecer los sistemas de gestión de personas que potencien las líneas comentadas genera que personas normales logren resultados excelentes. Superar las turbulencias del presente contexto no puede ser realizado por una persona, lo hace un equipo compuesto por gente normal que alcanza logros y retos ambiciosos. Estos equipos crearán el futuro para el que estarán perfectamente preparados.