La bilbaína Silvia Leal es economista y doctora en Sociología. Elegida como una las diez expertas más influyentes de España, Leal trabaja como asesora en varios proyectos europeos relacionados con el e-liderazgo y el emprendimiento digital. Su voz es alegre y su discurso optimista: ve la transformación digital como un horizonte de oportunidades en el que los líderes de las organizaciones deben «sacar el cien por cien del talento de su equipo». Una de sus palabras favoritas es «pasión», y su gran apuesta: fomentar la educación digital en la sociedad española. «Hay que crear formatos televisivos que acerquen la tecnología y la innovación a los más pequeños como lo hacemos con otras profesiones», asegura.
¿Qué es la innovación desde un punto de vista empresarial?
-Hay muchas definiciones de innovación; algunos autores a relacionan con la inversión en I+D, otros en la realización de productos innovadores o en un cambio organizacional que fomente un clima innovador, etc. Para mí, la innovación es hacer las cosas de una determinada manera para que genere más valor. Y las empresas innovadoras son aquellas que lo consiguen pero también las que lo intentan.
¿Qué elementos son necesarios para facilitar la innovación en una empresa?
-Por un lado, hace falta un ecosistema, una cultura y un estilo de liderazgo que favorezca el proceso innovador. Por otro, necesitas personas preparadas y formadas, el talento, que tengan pasión por innovar con autoestima y una motivación. Por tanto hablaríamos de un ecosistema, de un perfil individual preparado para innovar y por supuesto, debemos contar también con la tecnología como base.
Hoy vas a hablar a un público conformado en su mayoría por empresarios y emprendedores. ¿Cómo debe ser un inno-líder para sacar todo el potencial creativo de su equipo?
-Poniéndonos en el caso de los empresarios y de los emprendedores hoy quiero hablarles sobre los cambios tecnológicos que van a afectar a sus empresas y negocios. Y espero que el conocer estas tecnologías que están revolucionando el mundo, sea un punto de partida que les sirva para reflexionar sobre la transformación tecnológica, una revolución que, como empresarios, no deben dejar pasar.
¿Y sobre el estilo de liderazgo que requieren los directivos hoy en día para fomentar ese ecosistema innovador?
-Los líderes deben aprender a sacar el cien por cien del talento de las personas que trabajan para ellos. A mí me gusta citar a Einstein que decía que no hay nada mejor que predicar con el ejemplo. Es por ello que los directivos deben ser los primeros en atreverse a innovar e inspirar a los demás para que sigan su ejemplo.
¿Por qué España sale peor parada en innovación con respecto a su posición económica? ¿El hecho que nuestra economía haya tenido tanta dependencia del sector de la construcción y el turismo ha impedido su despegue tecnológico por el que apostaron otros países, o no tiene nada que ver?
-Creo que se debe más a un tema cultural. Por un lado tenemos pocos ingenieros, pocas chicas estudiando carreras técnicas. Por otro, tenemos un sistema académico-universitario verdaderamente –y me atrevo a decirlo- aburrido. Tenemos tantos chicos que abandonan este tipo de carreras que parece necesario hacer algo en nuestro sistema educativo.
Aseguras en tus publicaciones que la pasión es uno de los elementos más importantes que influyen en nuestro potencial innovador, y que el miedo es el mayor enemigo de la pasión. ¿A qué tenemos miedo?
-Tenemos miedo al cambio; miedo al fracaso, pero el miedo que más me preocupa es el miedo al ridículo que padecemos en este país. A menudo me pregunto de dónde nos viene ese miedo tan paralizante al ridículo, a que se rían de nosotros… ¡Al lado del miedo al ridículo, el miedo al fracaso está demodé! -ríe- . Pongo un ejemplo de su alcance: tú puedes estar súper motivada, súper apasionada, deseando lanzarte pero de repente viene el “¿qué van a decir de mí?”, y dejas de innovar sólo por miedo.
¿Y cómo trabajamos ese miedo, es un problema de autoestima?
-No es tanto un problema de autoestima, porque puedes tener mucha autoestima pero dejas de hacer algo porque no quieres que te la dañen, por ejemplo. Es principalmente un problema de poner demasiado peso al empoderamiento sobre los demás, y no al tuyo propio. Lo importante es cargarte de razones para hacer las cosas; una vez que estás decidido, debes apostar por tu proyecto, arriesgar y da igual lo que digan.
Los expertos en Transformación Digital defendéis que la tecnología tiene que estar siempre al servicio de las personas, nunca por encima. Pero la realidad es que la mayoría de los 4.000 millones de personas en el mundo que son usuarias de internet desconoce dónde y cómo entrega sus datos y los permisos que otorga a empresas como Google, Facebook y decenas de aplicaciones que almacena en sus móviles. ¿Los gobiernos tienen herramientas de control para evitar posibles abusos?
-Y no solo son los datos, hay que poner límites al uso violento que se hace de la tecnología. La cuestión es que va todo tan rápido que mientras que ellos (los gobernantes) lo consigan controlar, debemos crear debate en el que participen no solo los gobiernos –que tienen un papel clave- sino también el resto de la sociedad. Tenemos que ser los ciudadanos los que entendamos tanto lo que hacen con nuestros datos como lo que no. Porque tan peligroso es darlos como no darlos. Imagínate que ningún paciente ofreciera a dar sus datos para realizar estudios y avances en la enfermedad del Parkinson, no avanzaríamos como sociedad.
Por tanto, lo que es necesario es que la gente esté alfabetizada en temas de tecnología, que puedan entender para qué sirve, en qué les ayuda, cuáles son los riesgos que hay detrás, y qué control deben ejercer. Hay que apostar por una educación digital. Pero por parte de los gobiernos, de las empresas y las personas, no podemos tampoco poner todo el control en los gobiernos, aunque sean ellos los responsables de su regulación.
Para terminar, un ejercicio de imaginación. Próxima legislatura, Silvia Leal está al cargo del nuevo Ministerio para la Innovación. ¿Qué propuestas serían prioritarias en tu mandato?
-Una de las primeras acciones que propondría sería reevaluar todo el sistema de los autónomos, muchos de ellos pagan cuotas que no se pueden permitir porque no tienen ingresos suficientes. Otras de las propuestas sería favorecer la fiscalidad de las empresas que emplean a los jóvenes, y también incentivaría, de alguna manera, a aquellas personas que se reciclan en temas de tecnología e innovación. También recompensaría a aquellas empresas u organizaciones que acrediten que ofrecen formación gratuita digital. Pero lo más importante de todo: promovería un programa de televisión que incentivara y motivara a los niños hacia la tecnología, como ocurren con otros formatos que han conseguido que haya niños que quieren ser cocineros o costureros. ¡Haría tantas cosas!.