El experto en tecnología y profesor de Innovación en la IE Business School, Enrique Dans, impartió la charla "¿Cuestión de inteligencia? Qué puede pedirle tu empresa a la IA” el pasado 9 de mayo en el Encuentro Empresarial de Burgos. En su intervención, Dans trasladó un mensaje inequívoco: la inteligencia artificial ha venido para quedarse. Esta tecnología ya está redefiniendo el modo con el que nos relacionamos con el mundo, como en su día sucedió con la irrupción de internet. Apostar por la inteligencia artificial es ya un factor diferencial entre compañías del mismo sector. "Los primeros que vencen esa resistencia al cambio consiguen una ventaja y se convierte en ejemplo a seguir", advierte el investigador.
10 de mayo de 2024
CANAL EMPRESA | CRISTINA ULLOA
El experto en tecnología y profesor de Innovación en la IE Business School, Enrique Dans, mantuvo un animado encuentro con empresas y organizaciones de Burgos, el pasado 9 de mayo, en el que abordó las posibilidades de la inteligencia artificial en las organizaciones.
Minutos antes de iniciar su intervención «¿Cuestión de inteligencia? Qué puede pedirle tu empresa a la IA” hablamos con el autor de uno de los blogs referentes de tecnología sobre el impacto de la IA en el empleo o cómo las pymes deben iniciar el proceso de incorporar esta tecnología en sus empresas.
PREGUNTA.- En unos minutos, estarás ante centenares de personas que dirigen o trabajan en empresas y otras entidades burgalesas para hablar de las oportunidades de la inteligencia artificial. ¿Qué mensaje te gustaría que recordaran de este Encuentro Empresarial?
RESPUESTA.- Las compañías, prácticamente, de cualquier tamaño están viendo todo este cambio relacionado con la inteligencia artificial como una transformación comparable a lo que pasó con internet en su momento. De repente, ves internet en todas partes y no sabes qué hacer con ello… Bien, lo importante en este punto es que las empresas entiendan el contexto, es decir, que sean capaces de entender lo que pueden hacer con la IA.
En una primera etapa, las pymes, sencillamente, pueden automatizar cosas que ya estaban realizando para ser más eficientes. Pero, una segunda etapa es la construcción de productos, la incorporación a otras posibilidades. Y esto último es más sofisticado, y también, requiere de una explicación más pausada.
En resumen, me gustaría que las empresas de Burgos fueran conscientes de lo que pueden conseguir con lo que ellas mismas generan -los datos que genera su propia compañía-, y también conozcan dónde es absurdo reinventar la rueda, es decir, aquellos campos en los que es mejor utilizar productos ya desarrollados por la Big Tech.
La inteligencia artificial es comparable con la transformación que supuso en su día la irrupción de internet. ENRIQUE DANS
P.- Aterrizando estos conceptos en un caso práctico, imagina que entre los asistentes de esta tarde está la persona responsable de una empresa de mudanzas. ¿Cómo puede incorporar sus datos en beneficio de una IA que le ayude a ser más productivo?
R.– Con los datos que tiene una empresa, la inteligencia artificial tiene una primera posibilidad que es la predicción, los datos predictivos.
Si tú le empiezas a dar datos de toda tu actividad a lo largo de un cierto tiempo, por ejemplo, vas a poder tener una mejor imagen de la predicción de ventas que puedes tener en función de actividad variada. Podrás obtener correlaciones con la actividad económica, hay correlaciones con el mercado inmobiliario, etc, que te pueda permita anticipar tu demanda o entender tu mercado un poco mejor. También puedes hacer utilizarlo para análisis de la competencia y preguntarte si se te están escapando clientes por precios, por ejemplo.
¿De dónde sacas todo esto? De tu registro de actividad, más la inteligencia que seas capaz de introducir en el algoritmo de datos externos.
Te va a ayudar en todo aquello que conlleve datos como el cálculo de cuántos recursos necesitas para una mudanza concreta, seguramente, es capaz o bien de predecirlo o bien de calcularlo de una manera más eficiente. Quizás, no te vas a poner a desarrollar un algoritmo que hable y que le dé respuestas a los clientes, porque ya tienes aplicaciones como chat GPT, que habla muy bien -de hecho, habla mejor que la gran mayoría de las personas-, o vas a usar, directamente, el chatbot de la propia compañía que te lo vende… Pero en tu sector, el de mudanzas, nadie sabe más que tú de los algoritmos que afectan al negocio, y por lo tanto, los datos relevantes son los tuyos.
La nota diferencial que una pyme puede aportar en inteligencia artificial es la obtención de datos a partir de su propio registro de actividad, más los datos externos que sea capaz de introducir en el algoritmo. ENRIQUE DANS
P.- ¿En qué habilidades nos tenemos que centrar, ya sea como personas directivas o empleados, en este nuevo contexto laboral que tiende a una alta automatización de tareas?
R.- Yo creo que las habilidades principales que tenemos que trabajar es, en primer lugar, la de entender que la única forma de defenderse de la tecnología es con más tecnología.
A ti no te va a sustituir un algoritmo, te va a sustituir un profesional que se sepa usar los algoritmos mejor que tú. A partir de ahí, lo que tienes que pensar es cómo aprendo a sacar partido a los algoritmos, de manera que, no llegue alguien más espabilado y más formado, que me quite ese trabajo.
En general pocos trabajos van a ser completamente sustituidos. El trabajo de ilustrador, por ejemplo. Cada vez, más gente ilustra sus noticias, sus artículos con una ilustración generada por un algoritmo. ¿Por qué? Pues porque hay muchas ilustraciones con las que un algoritmo puede aprender. Ojo, también hay un problema y es que si todo se alimenta de una serie de ilustraciones que hicieron humanos en algún momento, llega un punto en que los algoritmos se vuelven recursivos y empiezan a empobrecerse.
Pero en general, tenemos que pensar que, la primera fase de uso de algoritmos en el mundo empresarial, es la de automatizar tareas que a ti te fastidian porque son repetitivas; esa la primera que tienes que abordar, y la tienes que convertir en un hábito.
No tienes que usar chat GPT para hacer la gracia un día, sino que tienes que acostumbrarte a hablar con una máquina, aprender a hacer un promt (instrucción) que sea, de verdad, bueno… pensar cómo puedes integrar esa máquina para mejorar tu productividad, teniendo en cuenta que tus productos deberían, como mínimo, mejorar para ser más competitivos.
Puedes mejorar tus procesos de cara al cliente o puedes mejorar tus metodologías internas para que ser más eficientes en costes… Una de las dos posibilidades o combinar las dos.
En resumen, puedes utilizar los algoritmos hasta que ya, directamente, se te empiece a ocurrir nuevas formas de transformar procesos. Yo juego mucho en mis clases o conferencias, con el concepto de desaprendizaje: hay una parte que es aprender a usar la tecnología y otra parte que es desaprender cómo hacías las cosas para hacerlas de una manera más eficiente con esa nueva tecnología.
A ti no te va a sustituir una un algoritmo, te va a sustituir un profesional que se sepa usar los algoritmos mejor que tú. ENRIQUE DANS
P.- Desaprender en este contexto es sinónimo de cambio, de hacer las cosas diferentes..
R.– El cambio siempre da miedo; el cambio realmente es un instinto animal; todos los animales reaccionan con miedo ante prácticamente cualquier cambio; a lo mejor, después, te das cuenta de que es para bien, pero la primera reacción siempre es una reacción de miedo. En prácticamente todos los ámbitos, hay una gran resistencia al cambio y están ancladas en nuestro cerebro. A partir de ahí, los primeros que vencen la resistencia al cambio consiguen una ventaja y se convierten en ejemplo a seguir.
Hay una parte que es aprender a usar la tecnología y otra parte que es desaprender cómo hacías las cosas para hacerlas de una manera más eficiente con esa nueva tecnología. ENRIQUE DANS
P.- ¿Cómo va a impactar la IA en el empleo y en nuestra sociedad a medio plazo?
R.- La tecnología está generando un cambio social muy profundo, tan profundo como para que nos replanteemos cuál es nuestra relación con el trabajo. Me inclino a pensar que toda persona que trabaja para vivir y no le gusta su trabajo, tenderá a que éste lo acabe haciendo una máquina. ¿Por qué? Porque la motivación de una persona que trabaja para vivir no suele ser muy elevada y seguramente va a ser posible desarrollar un algoritmo, una máquina, un robot etcétera que sea capaz de hacer ese trabajo.
Como el añadido, que ese robot trabaja el tiempo que quieras sin necesidad de parar a descansar y además no tiene determinados vicios como sindicarse, por ejemplo, pedir mejores condiciones etcétera.
Fíjate lo que ha pasado con las fábricas de la electrónica de consumo Foxconn; pasó a ser uno de los mayores empleadores de China y hoy en día, da trabajo a tan sólo un 5% de la gente que empleaba; y los que se han quedado están realmente dando mantenimiento a los robots.
Dicho esto, también hay que contemplar que hay otras posibilidades relacionadas con la tecnología y el empleo: primero surgen nuevos empleos derivados del uso de la tecnología o del desarrollo de la tecnología y van surgiendo otras necesidades.
Cuando alguien me pregunta sobre las profesiones que tendrán éxito en el futuro le respondo que se dediquen a algo que les gusta, pero que sean de los primeros en plantearse, cómo integrar la tecnología en su campo.
La tecnología está generando un cambio social muy profundo, tan profundo como para que nos replanteemos cuál es nuestra relación con el trabajo (…) Cuando las personas me preguntan sobre las profesiones del futuro, les recomiendo que se dediquen a algo que les guste, pero que sean de los primeros en aprender cómo integrar la tecnología en su campo. ENRIQUE DANS
P.- Vamos hacia una sociedad en la que, con menor número de empleos, vamos a ser más productivos, ¿estás de acuerdo?
R.- Si tú inyectas productividad en el sistema, lógicamente en algún sitio rebosa, en algún sitio sobra. Entonces te vas a encontrar con que hay trabajo que no se absorbe y por lo tanto tendrás que ofrecer, a un cierto número de personas, algo.
Primero, porque si no, el sistema no funciona, el sistema revienta por algún por algún lado; y segundo porque las sociedades humanas están pensadas para la redistribución; si la sociedad no te ayuda ¿para que vivir en esa sociedad?
Así las cosas, lo normal será que las sociedades vayan desarrollando sistemas en los que los subsidios desaparezcan y se conviertan en incondicionales.
Es decir, tú recibes una cantidad que te sitúa por encima del umbral de la pobreza, simplemente por ser ciudadano de un país determinado. A partir de ese momento, el que tiene un trabajo y no necesita esa renta, la devuelve como impuestos; y el que no puede vivir con esa renta o subsidio, se busca formas de complementarlo.
Sistemas de Renta Básica Incondicional están a la vez más en la boca de políticos tanto de una tendencia como de otra. Curiosamente por un lado el político más inclinado a la izquierda, lo que busca es elevar a todo el mundo por encima del nivel de la pobreza, y el del lado más afín a la derecha, busca reducir, así, el tamaño del Estado. Cuando un subsidio se convierte en incondicional, la pérdida de poder de quién repartía ese subsidio, desaparece y posiblemente, dejará de tener tintes electoralistas.
Lo normal es que avancemos hacia sociedades en los que los subsidios se conviertan en incondicionales. Sistemas de Renta Básica Incondicional están, cada vez, más en la boca de políticos, tanto de una tendencia como de otra. ENRIQUE DANS