Podemos mirar la incertidumbre -ese poso que nos dejan las grandes revoluciones en sus inicios- como un momento de crisis o como una oportunidad para adaptarnos a los cambios. No es tiempo para la indecisión; es tiempo para fallar y aprender de los errores. Intentarlo mejor. Más de 400 personas asistieron a la XVI edición de foroBurgos, una de las citas imprescindibles del sector empresarial en Castilla y León que este año abordó la temática de la "Digitalización: el poder hacia la transformación responsable". El encuentro contó con la participación de Alicia Richart y Marc Vidal en sus dos ponencias principales, y de una mesa redonda sobre ciberseguridad empresarial.
20 de septiembre de 2024
Lo expuso al arranque el presidente de Fundación Caja de Burgos, Ginés Clemente. El objetivo de la XVI edición de foroBurgos es que cada de los 400 asistentes pudiera llevarse un consejo o reflexión con la que afrontar, con mayor decisión, su transformación digital; pero también con mayor responsabilidad. Decisión y responsabilidad parecen conceptos indisolubles cuando hablamos de organizaciones que tienen la aspiración de crecer y ser sostenibles.
La tecnología como medio. El fin lo aportan los humanos
El uso de la Inteligencia Artificial y del resto de tecnologías emergentes no son, en si mismas, una finalidad, sino un medio para ganar competitividad y eficiencia. Estamos es un nuevo escenario donde las personas y las máquinas deben complementarse mutuamente, potenciando las fortalezas que pueden aportar cada una de ellas. Esto no es una crisis, es una oportunidad para seguir adaptándonos, de forma responsable, a un entorno cada vez más complejo y extendido.
Los expertos en digitalización invitados a foroBurgos, la directora general de Afinity, Alicia Richart, y el divulgador tecnológico Marc Vidal aventuraron un futuro inmediato en el que la colaboración con las máquinas se hace imprescindible para ganar en competitividad.
«La digitalización conduce a una mayor eficiencia; ésta impacta en una mayor productividad, que finalmente, revierte en un mejor empleo» MARC VIDAL
Como la tecnología es un medio, no es el fin, son, precisamente las personas las que deben aportar el «por qué» de sus negocios; sobre ellas seguirá recayendo la toma de decisiones y la visión estratégica. La creatividad, la innovación y la inteligencia emocional. Tres componentes claves para conseguir equipos humanos más competitivos.
No hay que temer a esta transformación extendida – que va más allá de la digitalización y afecta a los clientes, a los propios procesos y modelos de negocio-, advirtió en su intervención Marc Vidal a la audiencia.
«Está demostrado -aseguró el analista digital- que los países con más robots per cápita como Korea del Sur, o el caso de Alemania, en Europa, cuentan con las mejores tasas de empleo».
Las diferencias nunca van a estar en las máquinas- defendió Vidal- sino en las habilidades de las personas: en su curiosidad, en la formulación de sus preguntas, en su capacidad para competir con los algoritmos, en su forma de socializar, en el detalle. «Aquello que no se pueda digitalizar tendrá un valor incalculable», afirmó el conferenciante.
Por su parte, la experta en inteligencia artificial Alicia Richart se mostró crítica ante un «exceso de regulación» en un momento en el que lo importante es el desarrollo de todo el potencial que la inteligencia artificial puede aportar a la economía.
A continuación, la ingeniera expuso las principales barreras que impiden que las empresas avancen en sus retos digitales:
- PERSONAS
- Las personas que deciden comprar tecnología en una empresa no siempre son las personas que conocen cuáles son los retos de negocio. «Muchas veces nos encontramos que hay un desalineamiento entre la dirección y los equipos de tecnología, a los que les cuesta explicar, con lenguaje de negocio, para qué sirven las soluciones que quieren implantar»
- La dificultad de elegir un proveedor de inteligencia artificial paraliza y posterga la decisión de implementar las herramientas
- Falta de talento y de perfiles tecnológicos responsables de desarrollar esos modelos basados en IA
- GOBERNANZA
- La calidad de los datos: la mayoría de las empresas desconocen cuáles son sus datos relevantes y cómo estructurarlos, lo que afecta a su conversión en conocimiento, y su óptima gestión en modelos de IA
Una vez esbozados estos obstáculos, Richart aconsejó a las empresas que quieran avanzar en su transformación digital recurrir a este planteamiento básico:
«Las compañías deben preguntarse qué reto de negocio o proposición de valor tienen que acometer, y sólo después, buscar la herramienta adecuada que les ayude a conseguirlo». ALICIA RICHART
Eso sí, cualquier herramienta vinculada a sistemas de inteligencia artificial va a necesitar datos ordenados, auditorías periódicas que detecten los posibles sesgos en los algoritmos, y talento, es decir, personas con perfiles tecnológicos que sepan procesarlos. Es la hora de dar el paso hacia una transformación digital, pero también responsable.
La ciberseguridad, una enfermedad crónica vinculada a la digitalización
Para progresar hay que digitalizarse más, y por tanto, asumir los riesgos derivados de estar conectados en un entorno global y complejo. Es inevitable hablar de ciberseguridad.
La mesa redonda de foroBurgos contó con la presencia de responsables y expertos en este campo como el CISO ( (Chief Information Security Officer) de Grupo Caixabank, Lorenzo Malo Vila, la directora global de Análisis y Prospectiva de Seguridad de Iberdrola, Rosa Kariguer, y el director de ciberseguridad de Armatum, Manuel Carpio.
En la mesa de debate, Manuel Carpio definió la ciberseguridad como una «enfermedad crónica» a la que siempre va a ver que vigilar, y que afecta a todas las empresas y entidades, ya sea la NASA o el Gobierno de un país.
Los expertos destacaron la importancia de que la ciberseguridad forme parte de las decisiones estratégicas de las empresas, especialmente en sectores como el industrial. «Hay que entender muy bien los riesgos asociados a la digitalización de procesos. El responsable del proceso industrial debe tener esa visión sobre el riesgo de cada una de las innovaciones que introduce», detalló Kariger. En su opinión, un punto crucial para una buena estrategia de seguridad digital es identificar lo que es «absolutamente crítico o valioso» para la empresa, y a partir de ahí, definir actuaciones para protegerlo.
La directiva de Iberdrola abogó por invertir en una «cultura de seguridad«. «No hay que dejar toda la responsabilidad al CISO, debe permear a todos los empleados de la compañía que tengan contacto con tecnología». Kariger estableció una comparación con la cultura de Prevención de Riesgos Laborales donde cada empleado ha ido asumiendo que su seguridad forma parte de sus competencias.
«El sector determina cómo se debe afrontar una estrategia de seguridad; en un banco, lo más relevante son los datos de nuestros clientes», aseveró Lorenzo Malo desde su visón de CISO de Caixabank. «En realidad, los delitos se siguen produciendo igual que cuando el mundo era analógico, pero ahora estamos en un mundo más complejo en el que los delincuentes se esconden mucho mejor», continuó.
Los tres expertos en ciberseguridad convinieron en la pérdida reputacional como una de las amenazas con mayor impacto para una empresa que sufre un ciberataque, y destacaron la importancia de comunicar con transparencia. «Está demostrado que una gestión de crisis basada en la transparencia eleva la confianza de la compañía».
El director general de la Fundación Caja de Burgos, Rafael Barbero, puso el broche final de la jornada apelando a la colaboración entre todo el ecosistema empresarial y las administraciones públicas en aras de una «transformación extendida -haciendo referencia al término utilizado por Marc Vidal minutos antes- pero también sostenible«.
«La digitalización, así como la innovación, es un reto compartido por todos, y su desarrollo beneficia al conjunto de la sociedad» RAFAEL BARBERO