A diferencia de la mayoría de agencias del sector, no buscan llevar un turismo de masas a las zonas más visitadas de Castilla y León. Su proyecto, en cambio, apuesta por visibilizar pequeñas poblaciónes rurales –de menos de 5.000 habitantes- y garantizar la sostenibilidad de sus recursos turísticos. Con este ambicioso propósito nació Dettur.
Sus fundadoras, María José Santamaría y Esther Pellitero, residentes en Quintanar de la Sierra y Hontoria del Pinar, conocen bien el terreno que pisan, y hablan desde un conocimiento profundo del medio rural. Tras años de funcionamiento de su primera empresa de turismo activo, Demanda Natural, en la que organizan recorridos y talleres de interpretación medioambiental, las emprendedoras detectaron que nadie “desde el ámbito público ni privado” estaba apostando por ofrecer información “actualizada, precisa y accesible” sobre los encantos turísticos de los pequeños pueblos.
Ante esta situación, decidieron dar respuesta a dos debilidades que, en su opinión, adolece el sector turístico en Castilla y León:
- La desinformación de los visitantes que eligen como destino pequeños núcleos rurales, especialmente fuera de la temporada de verano.
- La falta de conocimiento en la promoción online por parte de alcaldes y otras responsables de entidades rurales.
Para resolver estas carencias, y con la visión de atraer más actividad a zonas castigadas por la despoblación rural, crearon lo que definen como «una oficina virtual de información turística especializada en el ámbito rural».
“Las familias que participan en nuestras rutas interpretativas de Demanda Natural nos preguntaban constantemente dónde podían comer, ir de tapas o qué se podía visitar por la comarca. Después de oírlo tantas veces, decidimos crear una página que contuviera toda esta información, sospechando que en otras comarcas de Castilla y León sucedería exactamente lo mismo”, recuerda Santamaría.
Entre las páginas de la web de Dettur el usuario encontrará productos turísticos tan singulares como el bosque modelo de Pinares –que constituye la mayor masa forestal mejor gestionada de Europa- o bienes intangibles como el Colacho, declarada de Interés Turístico.
Lucha contra la despoblación
“Siempre que explicamos por qué surgió Dettur acabamos hablando de un fenómeno asociado a la realidad rural y es la despoblación que sufren muchos de nuestros pueblos. Por eso pensamos que nuestro proyecto, antes o después, estará apoyado por instituciones públicas, porque son las responsables de velar por el futuro de estas poblaciones rurales”, explica María José.
Su compañera en esta aventura, Esther, que compagina su actividad emprendedora con la de agente forestal, afirma que apostar por el potencial “turístico y sostenible” de los pueblos es una de las formas más efectivas de asentar población en el medio rural.
“Ofrecemos todas las variantes para que el visitante disfrute no sólo del rico patrimonio, sino también conozca el atractivo medioambiental, sus rutas, el sabor de la cocina local, y todo ello los 365 días del año, no solo en temporada alta”. Cualquier información que publican ha sido antes cotejada y visitada por las fundadoras de Dettur, que prefieren hablar de experiencias turísticas y no de recursos o productos aislados.
Ingresos
En una primera fase de implantación, Dettur se centra en la promoción de información turística de pequeños pueblos en seis provincias castellano y leonesas: Burgos, Soria, Segovia, Palencia, León y Zamora; si bien, no sus responsables no descartan ampliar sus servicios al resto de regiones de España en fases posteriores.
Su plataforma pretende dar visibilidad al mundo rural con un modelo de negocio que monetiza la suscripción anual de dos agentes interesados en el crecimiento del turismo rural:
- Por una parte, los ayuntamientos, comarcas o mancomunidades interesados en dar visibilidad a sus pueblos y sus recursos turísticos
- Los establecimientos turísticos (empresas de ocio, restaurantes, hoteles…) que persiguen conectar con turistas potenciales procedentes principalmente de las ciudades, por la otra.
En los pocos meses de actividad, esta agencia rural ha conseguido atraer a pueblos como Vinuesa, Duruelo de la Sierra o Navaleno en Soria. Quintanar de la Sierra, Melgar, Villadiego, Castrojeriz o Sasamón en la provincia de Burgos. “Es interesante trabajar con entidades de las diputaciones provinciales, Grupos de Acción Local o agrupaciones de pueblos como Las Cuatro Villas porque nos permite acceder a más pueblos que si vamos uno a uno”, detallan.
Mujer y rural
Con la creación de dos empresas sobre sus hombros, María José y Esther participan en charlas y proyectos para visibilizar la imagen de la mujer rural emprendedora. En 2017 impartieron una charla para la agencia de desarrollo de la Diputación de Burgos, Sodebur, donde explicaron las dos caras del emprendimiento rural.
La parte negativa tiene varias aristas. “Diría que el mundo rural es más machista. Yo estoy segura que si fuéramos chicos tendríamos ahora mismo más puertas abiertas”, opina Esther. En este sentido, aseguran que, en ocasiones, surgen dudas sobre el liderazgo de un proyecto cuando lo promueve una mujer, por el mero hecho de serlo.
“Hay cierta tendencia a la condescendencia. Te preguntan ¿lo vais a llevar vosotras solas? o en muchas ocasiones hacen comentarios que no harían si fuéramos emprendedores varones “Ay, pero qué chicas más guapas”, detallan las jóvenes.
El envejecimiento es el otro aspecto con el que deben lidiar para la expansión de su plataforma. Un fenómeno demográfico que guarda relación con los escasos conocimientos del mundo online de muchos alcaldes. “Nuestro servicio es innovador, y 100% online, y eso es un hándicap en el mundo rural, donde internet, las nuevas tecnologías y el conocimiento sobre las mismas va con más retraso”.
Sin embargo, las impulsoras de este pionero proyecto aseguran que la parte positiva de ser emprendedoras puede con todas las piedras que hallan en el camino: poder trabajar en lo que les apasiona es el motor para seguir adelante.