RSC (Responsabilidad Social Corporativa) o ESG ( en inglés, Environmental, Social, Governance) son siglas que ponen nombre al impacto de una empresa en la sociedad pero que tienen diferentes enfoques. Mientras las siglas RSC, ampliamente utilizada en España, marca una serie de iniciativas voluntarias referidas a las organizaciones para impactar en el entorno y en las personas, el acrónimo en inglés ESG defiende, a escala internacional, que las empresas además de ser responsables deben monitorizar y cuantificar el impacto de sus organizaciones. Además, este último término es utilizado con mayor frecuencia por los inversores.

3 de septiembre de 2023

¿Se está quedando la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) desactualizada en un contexto en el que la sociedad y los inversores han incrementado sus expectativas hacia las políticas sociales, medioambientales de las empresas? ¿Qué implicaciones hay detrás del uso del acrónimo ESG?

La RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y los criterios recogidos en el acrónimo inglés ESG (Environmental, Social, Governance) , aunque comparten aspectos en común, son dos enfoques diferentes que abordan el compromiso de las empresas con su entorno y el bienestar de las personas.

“Si bien siguen usándose las dos fórmulas, el término ESG  está desbancando a las siglas RSC que, por sí solas, están cada vez más en desuso (…) Las empresas ya no hablan tanto de políticas de RSC para referirse a Estrategias de Sostenibilidad y ESG”, explica la Fundación Adecco en un análisis sobre los dos términos.

Pero, ¿cuáles son los matices entre los dos términos?

  • La RSC pone el foco en cómo las empresas pueden contribuir, mediante su comportamiento responsable, al bienestar social y medioambiental, más allá del desempeño económico. La RSC lleva asociado un carácter de voluntariedad ligada a la sostenibilidad empresarial para impactar positivamente en su entorno y en las personas.
  • En cambio, los criterios ESG dan un paso más. El acrónimo se utiliza para referirse a las mejores prácticas ambientales, sociales y de gobernanza de una empresa, pero también puede ser un criterio para las inversiones.

Ya no se trata de cómo contribuimos, de forma voluntaria, sino de medir y concretar las aportaciones de la organización, incorporando los riesgos y oportunidades asociados a los aspectos ambientales, sociales en los que el buen gobierno corporativo cobra una relevancia crucial.

Para la Fundación Adecco “más allá de ser responsable, hay una exigencia de monitorizar las acciones y cuantificar su impacto social y económico”,

Además, los criterios y las mejores prácticas a los que se refiere ESG se han convertido en un factor imprescindible para los analistas financieros, que buscan evaluar el rendimiento a largo plazo de las compañías.

Naciones Unidas, detrás el origen de ESG

Un informe de 2005 promovido por las Naciones Unidas titulado Who Cares Wins (Quién se preocupa, gana. Recomendaciones de la industria financiera para integrar mejor las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza en el análisis, la gestión de activos y el corretaje de valores (enlace al ejemplar en inglés) fue el primero en utilizar el acrónimo ESG, de ahí que desde siempre se haya establecido un vínculo del acrónimo con el sector inversionista.

El documento, a todas luces visionario, instaba a los diferentes actores relacionados con el mundo empresarial (instituciones financieras, empresas, inversores, consultores) que incluyeran los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en sus informes y siguieran desarrollando los conocimientos, los modelos y las herramientas de inversión necesarios de una manera creativa y reflexiva.

Criterios ESG: la suma de beneficios y compromiso

Para el banco digital NU, con sede en Brasil Colombia y México,  el término ESG refleja, en la práctica, el afán y empeño de una empresa a la hora de minimizar sus impactos en el medio ambiente, construir un mundo más justo y responsable para las personas que lo rodean y mantener los mejores procesos de gestión

“Es un error pensar que es obligatorio elegir entre construir un mundo más sostenible o tener buenos resultados económicos en una empresa. Al contrario: cuidar el medio ambiente, tener responsabilidad social y adoptar mejores prácticas de gestión empresarial o ‘gobernanza’ son, de hecho, factores que ayudan a las empresas a equilibrarse, y, por eso, términos como ESG se han vuelto cada vez más populares”, advierten en este artículo de su blog

En círculos financieros, ESG es un criterio para las inversiones con un enfoque sostenible, explica el banco.  “En lugar de analizar sólo los resultados financieros, por ejemplo, los inversores también analizan los factores ambientales, sociales y de gobernanza de una empresa”.

En agosto de 2022, la consultora norteamericana Mckinsey publicaba el artículo Does ESG really matter—and why? en el que afirmaba que las consideraciones ESG se están volviendo más importantes en la toma de decisiones de las empresas.

Las organizaciones necesitan en la actualidad adelantarse a los problemas y eventos futuros incorporando un propósito a sus modelos de negocios y demostrando que benefician a múltiples partes interesadas y al público en general

“Cada empresa tiene un propósito implícito, es decir, una razón de ser única que responde a la pregunta: ¿Qué perdería el mundo si esta empresa desapareciera?. Las empresas que incorporan un propósito en su modelo de negocio no sólo mitigan el riesgo; también pueden crear valor a partir de sus valores”, revela el informe de la multinacional Mckinsey.

 

Beneficios de incorporar indicadores EGS en las empresas

Para la compañía de recursos humanos Adecco, las organizaciones que trabajan en sus indicadores EGS obtienen:

  • Mayor consolidación de alianzas estratégicas, con los principales grupos de interés de la organización, que se sienten escuchados y atendidos, al verse representados en las actuaciones de la empresa.
  • Creación de relaciones más duraderas con accionistas e inversores, mayor confianza
  • La instauración de mecanismos de control para un desempeño correcto y equitativo de la dirección, así como en la implementación de los planes estratégicos mejora la toma de decisiones
  • La implementación de de ideas innovadoras y socialmente responsables incrementa la competitividad y es un valor diferencial frente a la competencia
  • Mejora de la imagen y la reputación. Las empresas que incorporan los criterios ESG mejoran su desempeño, al construir confianza, credibilidad, coherencia y sintonía con la sociedad.
  • Repercute en una gestión responsable de los RRHH; al mismo tiempo mejora el sentimiento de pertenencia convirtiendo a los empleados en embajadores de marca. Todo ello incide en la atracción y retención del talento.
  • Previsión y gestión del riesgo. El compromiso de la empresa hacia aspectos legales, sociales, medioambientales y económicos en su desempeño mejoran la calidad de su servicio y colaboran con la estabilidad del mercado. Además, un comportamiento responsable conduce a una mejora continua del sistema de gestión, que puede llevar a la reducción de costes o incremento de ingresos.
  • La implementación y medición de los criterios ESG tiene un impacto incuestionable en los ODS y metas de desarrollo sostenibles fijadas por Naciones Unidas
  • Para Adecco, los criterios extra-financieros (éticos, sociales y ambientales) cobran más y más  importancia a la hora de acceder a financiación. Los inversores dan cada vez más importancia a estos factores. «También la Administración exige cada vez más a las compañías, por imperativo legal, incorporar estos criterios para acceder a concesiones y subvenciones»
  • Mejora los resultados económicos. Las empresas que incorporan criterios ESG y los comunican a través de sus canales ganan reputación y la confianza de clientes y consumidores.

 

ESG (Environmental, social and corporate governance)

Incorporar y medir actuaciones relacionadas con los ESG (Environmental, Social and Corporate Governance) mejora el acceso a financiación de las empresas y fortifica relaciones de confianza tanto con inversores como consumidores | Imagen: Thirdman by Pexels

Falta de consenso en las mediciones ESG

Una de las principales críticas a los ESG que plantea la consultora Mckinsey es la dificultad para el consenso en los criterios para su calificación y la falta de precisión en las mediciones. Una realidad, que según la propia consultora, «mejorará con el tiempo». Prueba de ello, en el informe referenciado citan algunos los proveedores privados de calificaciones ( MSCI, Refinitiv, S&P Global y Sustainalytics) que compiten para proporcionar medidas estandarizadas y reveladoras del desempeño ESG.

“Recordemos que la contabilidad financiera surgió de la atracción de las partes interesadas, no de un impulso regulatorio espontáneo, y no se materializó, plenamente según los principios y formatos que vemos hoy. Más bien, la información ha sido producto de una larga evolución y, a veces, de un debate intenso y que a día de hoy continúa evolucionando”, comparan.

Con todo, los criterios ESG, aunque imperfectos y de momento difusos por su falta de estandarización de métricas, parecen más oportunos que la RSC para marcar la ruta de los negocios que aspiran a perdurar en el tiempo, con apoyo social, de una manera sostenible y ambientalmente viable.

 

 

Gráfico sobre las implicaciones de los criterios ESG elaborado por la consultora estratégica Mckinsey

Gráfico sobre las diferentes actuaciones que pueden implicar los criterios ESG | Fuente Mckinsey

 

*Imagen de portada:  Mery Stockera en la plataforma Pexels

 

 

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