Estefanía Barbero lidera la cuarta generación de la empresa agroalimentaria ‘El Pelayo’. Bajo su gestión, la pyme rural con sede en Salas de los Infantes (Sierra de la Demanda) inicia su expansión empresarial de venta de sus productos con la apertura de tiendas gourmet en la ciudad de Burgos. La primera de ellas ha abierto sus puertas esta semana en la calle Jesús María Ordoño (zona Hacienda). Hablamos con ella para que nos explique el proceso de crecimiento de su pyme como participante del programa Emprendedores de Fundación Caja de Burgos.
-Tras 10 años de la apertura de vuestra primera tienda en Salas de los Infantes, apostáis por expandir vuestra marca agroalimentaria en Burgos ciudad. ¿Por qué ahora?
-La crisis nos hizo replantearnos nuestro modelo de negocio. Tenemos un producto artesano realizado con procesos naturales de una calidad excepcional, una gran fábrica ubicada en Salas de los Infantes. En un punto de nuestro recorrido como pyme familiar, nos planteamos cómo incrementar nuestras ventas, traspasar fronteras y dar a conocer los productos El Pelayo más allá de la Sierra de la Demanda, comarca donde son muy valorados. Por proximidad, Burgos ciudad nos parecía la ubicación perfecta para dar el salto.
-¿Qué os hace diferente respecto a otras tiendas gourmet?
La primera gran diferencia: nuestras manos elaboran lo que vendemos. Nosotros somos fabricantes, y podemos presumir de tener productos de altísima calidad, que hacemos de manera artesanal siguiendo los mismos procesos naturales desde 1940. Ahora bien, hemos aprendido a innovar: en imagen y en la presentación del producto, elaborando nuevas variantes que se adaptan a los gustos del consumidor de hoy.
Hemos mimado mucho el diseño de la tienda para que trasmita los valores de nuestra marca: calidad, cercanía y modernización. Pensamos que nuestros comercios son una extensión de nuestra marca. Y además, hemos entendido que tener tienda online y física es una relación necesaria.
-¿Cómo aplica la innovación una empresa tradicional como El Pelayo?
Por supuesto, empleando maquinaria que nos agilice el trabajo mecánico sin perder la esencia de una elaboración tradicional y natural. Pero más allá de las herramientas, nos gusta innovar en productos. Por ejemplo, nos dimos cuenta que al consumidor final le gustaba la cecina en aceite con queso y encontramos la forma de elaborar tarros para que facilitar su consumo. También estamos elaborando nuevos productos a partir de nuestra materia prima pero debemos esperar hasta su lanzamiento al mercado para presentar los próximos productos El Pelayo.
En imagen también nos consideramos innovadores. Y ahí hemos jugado un papel importante las nuevas generaciones de El Pelayo. Recientemente hemos actualizado nuestra imagen gráfica y nuestra página web en la que los usuarios pueden comprar directamente nuestros artículos gourmet.
– ¿Qué productos podemos encontrar?
-Por supuesto nuestro producto estrella: el jamón ahumado El Pelayo y aglutina el 80% de nuestras ventas. Otro de las elaboraciones que están en pleno crecimiento entre la gente joven es la cecina de vaca. Lomo embuchado, salchichón, panceta curada, cecina de cabra, lengua de cerdo embuchada o chorizo son otras referencias de nuestra gama.
– ¿Nos puedes resumir el proceso de elaboración del jamón ahumado El Pelayo que le hace tener un sabor único?
-Nosotros no tenemos matadero y compramos una clase específica de cerdo blanco con denominación de origen Teruel. Cuando las piezas llegan a nuestras instalaciones, las salamos durante unos días; se le quita la sal y descansan en una cámara de frío durante 3 meses. Antes, las matanzas se hacían en invierno pero nosotros tenemos que producir todo el año. Tras este periodo le damos ‘el punto’ nuestro: los pasamos a la sala de ahumados con nuestra chimenea tradicional y utilizando leña de roble natural. Finalmente, se pasa a bodega donde el aire de la sierra completará su curación durante algo un año y medio. El toque final es quitarles la manteca y los pintamos de pimentón.
– ¿Algún plan de futuro que podáis revelar?
-Queremos que El Pelayo se conozca en todos los sitios. Y tras recibir algunas peticiones de Cataluña, Mallorca… hemos pensado que el franquiciado podría ser la fórmula para consolidar su expansión. Pero iremos poco a poco. Primero tenemos que centrarnos en que esta primera fase y conseguir que la tienda conecte con el público de Burgos.