Bajo el título “El deporte, escuela de hábitos saludables”, el ex jugador de baloncesto Juanma Iturriaga se ha dirigido esta mañana  a 700 escolares participantes en Planea Emprendedores para explicarles la relación entre el deporte y el emprendimiento. Tener una actitud positiva alejada del victimismo o la queja, practicar la 'autorresponsabilidad' o respetar a todos los miembros de un mismo equipo son algunas lecciones que ha aprendido como jugador de baloncesto. Preguntado por la temporada del San Pablo Burgos, el subcampeón olímpico apunta a dos claves: la serenidad que mantuvo el Club durante las seis derrotas iniciales y el "envidiable apoyo" de la afición burgalesa.

9 de mayo de 2018

De entre las habilidades: creatividad, liderazgo, comunicación, constancia… ¿Cuál consideras que es la más importante a la hora de emprender?

La actitud no deja de ser uno de los hábitos saludables que adquieres a la hora de enfrentarte a la situación que sea; esa actitud lo condiciona todo.  Si tu actitud es positiva y colaborativa, a partir de ahí funcionas de una manera muy diferente de si eres un ‘apenado’ o el quejica de tu clase o de tu trabajo. La diferencia entre los quejicas y las personas con las que nos apetece hacer cosas está en que estos últimos nos atraen por si actitud positiva.

En ocasiones has comentado que el deporte es un gran laboratorio del comportamiento humano”. ¿Nos puedes desarrollar el por qué?

Sí, es correcto. Cuando estás metido dentro no te das cuenta pero cuando abandonas esa ‘envoltura’ y coges perspectiva entiendes que el deporte te obliga a estar con una serie de personas con los que tienes un objetivo común, con las que tienes que complementarte y colaborar, en donde tienes que gestionar bien tu ego y todas las adversidades que te van pasando, y eso sucede exactamente lo mismo que en cualquier otro ámbito o trabajo.

Durante la charla, has hablado a los chavales de la gestión del ego, y lo has definido cómo ‘creernos más de lo que somos’. ¿Por qué es tan importante?

El ego está entendido como algo malo cuando en realidad  todos tenemos ego. Incluso en los deportistas de élite a veces el ego juega malas pasadas, ya sea por defecto o exceso de él. Pero a veces pienso que vivimos en un ecosistema dónde se idolatra tanto a ciertos deportistas, que lo extraño es que no deriven en “bichos raros”, por no decir una palabra aún peor.  Todos necesitamos tener una buena dosis de autoestima para poder enfrentarnos a las situaciones y retos, pero cuando ésta se desboca es cuando surgen los problemas.

El subcampeón olímpico, Juanma Iturriaga, ha recordado en su intervención cómo superó el momento más difícil de su carrera

 

Un estudiante te ha preguntado por el momento más difícil de tu carrera y cómo lo superaste

Sí, me ha parecido una muy buena pregunta. El peor momento profesional fue cuando con 29 años el entonces entrenador Lolo Sainz me dijo que el Real Madrid ya no contaba conmigo. Me hundí, completamente, pero me sirvió como aprendizaje para en muy poco tiempo rearmarme y volver a disfrutar con el deporte, pero esta vez con el CajaBilbao, en mi tierra, que nunca había tenido una gran tradición baloncestística. Lo que intento trasmitir a los jóvenes es que siempre la actitud te va a marcar lo siguiente que hagas. Cuando recibimos un varapalo o un cambio brusco hay que verlo como el inicio de algo nuevo, que puede molar mucho. No caer en la tragedia ni el victimismo. He recordado en la charla cuando Pau Gasol se lesionó en la semifinal del Mundial de 2006. En vez de llorar, el equipo se rearmó, volvió a motivarse y arrasamos a los griegos en la final. Esa actitud es la que te lleva a ser campeón del mundo o a tener éxito en una empresa.

¿Cuáles son las claves que crees que tiene que tener un equipo para que funcione bien?

Me parece muy importante el concepto de “protagonismo compartido”, es decir, que no haya jerarquías. Cuando ves un equipo que asuma y comparte que es un grupo en el que todo el mundo resulta fundamental, cuando todos los jugadores reconocen el trabajo del que tienen al lado es extremo. Cuando tú estás en un equipo en el que consideras que el trabajo del otro es de máxima relevancia, te pones en un plano de igualdad en dónde vas a ser respetuoso, humilde.. Unas cualidades que obviamente no vas a desarrollar cuando tu visión del equipo es más jerárquica, y tiendes a mirar de arriba hacia abajo.

En los equipos, todos los miembros deben ser ‘autorresponsables’ y trabajar desde un plano de igualdad. Cuántas veces oímos esto de ‘es que no me consideran, no me siento reconocido’, esa persona, ya sea trabajador en una empresa o miembro de la selección española, le va a dar un bajonazo y no va a dar todo su potencial. En cambio, si tú estás en un equipo que, aunque sólo juegues un minuto, la gente reconoce tu valía, tu importancia, simplemente esa actitud le va a dar un chute de energía importante.

Siendo tan importante la igualdad, el respeto entre miembros de un mismo equipo, ¿se trabaja lo suficiente la comunicación para solucionar posibles conflictos entre jugadores?

Es un poco complicado. Por eso es tan importante crear ritos o espacios comunes en los equipos donde pueda darse o favorecer esa comunicación. En los equipos en los que he estado nos gustaba mucho después de los entrenamientos tomarnos una cerveza, en los viajes jugábamos al mus… es decir, creábamos espacios en los que de una forma natural se establecían canales cercanos de comunicación de ese tipo.  Por mi papel como conferenciante en grandes empresas muchas veces me doy cuenta que uno de los objetivos de las organizaciones es que las personas se comuniquen entre ellos, y que se conozcan y se pongan en el lugar del otro. Al establecer esos puentes de comunicación posibilitas entender al que tienes al lado. Si te das cuenta, cuando algo falla nuestra tendencia es echarle la culpa al otro, y muchas veces lo hacemos  porque no conocemos bien lo que hace o los problemas que ha podido tener. Y sin duda esos puentes ayuda a entender al que tienes al lado y cambia totalmente tu actitud, de la que hablábamos al principio de la entrevista.

La pregunta es obligada por estar hoy en Burgos. Como analista deportivo, ¿quién crees que  ha jugado un papel más determinante en la fantástica temporada que ha realizado el San Pablo Burgos en su primer año en la ACB: la afición, los propios jugadores, el entrenador..?

Justo ayer, aquí en Burgos, lo hablaba con Epi  (Diego Epifanio, entrenador). El mayor acierto de este equipo ha sido la templanza con la que afrontaron las adversidades iniciales. El San Pablo empezó a ganar cuando, a pesar de concatenar una serie de derrotas,  no se volvieron locos.  Creo que empezaron con 1 victoria frente a siete derrotas, un desastre. Estas circunstancias te pueden hacer dudar de tu equipo, del sistema, del entrenador, de todo… y corres el riesgo de entrar en una dinámica destructiva y de cambios precipitados. Me parece muy destacable el haber mantenido la serenidad suficiente en esos momentos. Es muy difícil subir a la Liga Endesa y empezar a ganar. Y el segundo factor clave ha sido jugar en un sitio como Burgos donde te ves tan arropado por la afición, que te sigue apoyando aunque pierdas, eso da mucho apoyo al jugador. En definitiva, las claves han sido que el club no se volviera loco ante los fracasos iniciales, y que la afición se mantuvo con los jugadores, acudiendo incluso a animar a los jugadores en los ensayos cuando iban 0-6. Lo que han ganado en febrero, marzo y abril, empezaron a poner la semilla en la época oscura de noviembre y diciembre.

 

El cultural Caja de Burgos fue el escenario que acogió esta charla sobre emprendimiento. Los niños se mostraron participativos durante toda la intervención de Juanma Iturriaga

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