Diferentes entidades relacionadas con el mundo académico, el tercer sector y el desarrollo rural disertaron en Fundación Caja de Burgos sobre el aprovechamiento de los residuos orgánicos en la provincia de Burgos. En el encuentro los asistentes pudieron conocer Saeco, un proyecto rural de emprendimiento social relacionados con la gestión de los residuos orgánicos, en los que la restauración del ecosistema y el cuidado de personas forman parte de la misma ecuación. La jornada estuvo organizado por Aspodemi, ITCL, Universidad de Burgos y Adeco Bureba.

20 de enero de 2023

Jornada sobre la gestión y las oportunidades de emprendimiento en torno a los residuos orgánicos celebrada en Fundación Caja de Burgos

El edificio Nexo de Fundación Caja de Burgos acogió el pasado jueves, 19 de enero, la jornada con título “Desafíos y oportunidades en la gestión descentralizada y aprovechamiento económico y circular de los biorresiduos en la provincia de Burgos”.

Organizada por la asociación mirandesa Aspodemi, ITCL, Universidad de Burgos y Adeco Bureba, el encuentro se convirtió en un foro de divulgación en torno a la gestión de residuos sólidos, la economía circular y su impacto en la consecución de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).

Las estadísticas apuntan que, al menos, un 40% de los 500 kilos de residuos que cada persona genera al año en España son de tipo orgánico, es por ello, que su aprovechamiento y reintroducción en el medio natural puede ser un objetivo para cualquier municipio, independientemente de su tamaño.

La exposición de las diferentes soluciones de mejora en el aprovechamiento económico circular de los biorresiduos y sus posibles salidas laborales en el campo del emprendimiento centraron esta jornada divulgativa. Y es que la sostenibilidad es un sector en el que están emergiendo nichos de mercado que antes no existían, en parte, motivado por una mayor concienciación medioambiental y nuevas normativas regulatorias.

El consultor en desarrollo rural y bioregional, Franco Llobera, de la asociación Economías Bioregionales (EBR) explicó la importancia de poner el compostaje al servicio de los agricultores.  Diferentes restos orgánicos procedentes de grandes generadores (residencias de mayores, hoteles), agricultores, industria agroalimentaria o de la actividad forestal pueden ayudar a reintroducir la materia orgánica de los desperdicios de nuevo en el medio natural para alimentar los microorganismos de la tierra, sustituyendo así los fertilizantes de síntesis, que son emisores de gases de efecto invernadero y suponen casi un 40% de las emisiones del sector agrario.

El compostaje es la manera de convertir los biorresiduos –que suponen casi la mitad de la bolsa de la basura– en un producto fertilizante. Consiste en un proceso aerobio (con aire) y termófilo (con aumento de temperatura) en el que están implicados organismos y microorganismos descomponedores naturales. Por cada 100 kilos de materia orgánica se obtienen unos 10 kilos de compost.

Llobera señaló que hay interesantes proyectos comunitarios públicos como el plan Revitaliza (Diputación de Pontevedra) y oportunidades muy interesantes en el campo del emprendimiento relacionados con el tratamiento y gestión de los biorresiduos, con cálculos aproximados que relacionan superficie necesaria para compostar con producción y beneficio.

En este sentido, el emprendimiento basado en los principios de economía circular supone una oportunidad de impacto económico y social, con relativamente bajas inversiones, señaló el investigador.

El proyecto de compostaje Aspodemi

En representación de la asociación mirandesa Aspodemi (Asociación de Padres y Familiares de Personas con Discapacidad Intelectual de Miranda de Ebro ) Tania Busto y Alejandro García expusieron el proyecto de emprendimiento social Saeco.

Se trata de una iniciativa que, de forma conjunta, trabaja la atención personalizada de las personas dependientes residentes en el medio rural y la gestión de compostaje tal y como marca la nueva normativa de residuo, Ley 7/2022 de 8 de abril. La normativa dicta que los biorresiduos de origen doméstico deberán recogerse separadamente a partir de julio de 2022 en las entidades locales con población superior a cinco mil habitantes; y a partir de enero de 2024 para el resto de las entidades locales.

Ilustración sobre la exposición del proyecto Saeco realizada por Marta Sanz de Resiliando

Narración visual sobre la exposición del proyecto Saeco realizada por la experta en sostenibilidad Marta Sanz de la consultora Resiliando

Este modelo de producción de biofertilizantes en la comarca burebana involucra a la figura del asistente personal -que ayuda a los residentes del ámbito rural a gestionar sus residuos orgánicos (además de revisar sus constantes vitales)- y aborda la eficiencia territorial para valorizar los residuos domésticos orgánicos a través de la inclusión laboral y la creación de empleos verdes,  desde enfoque social e inclusivo.

Los ponentes pusieron en valor la necesaria colaboración entre las entidades público/ privadas para fomentar la valorización de los biorresiduos a través del emprendimiento en el medio rural.

Saeco es un proyecto apoyado desde el programa Emprendedores de Fundación Caja de Burgos para la mejora de la biodiversidad ambiental y social de la comarca.

 

Una visión regional de la gestión de residuos. Objetivos incumplidos

La jefa de Servicio de Residuos y Suelos Contaminados de la Junta de Castilla y LeónElena Junco, afirmó que cada habitante de Castilla y León genera 1,19 kilos de residuos de los que el 38% es de fracción orgánica.

«En Castilla y León generamos 1 millón de toneladas de residuos domésticos de los que 400.000 sería de materia orgánica», reveló la responsable de Residuos, Elena Junco.

«Toda esta fracción orgánica es un residuo pero es un recurso importantísimo», sin embargo, el 95% de esta materia se mezcla en la bolsa de factura con la fracción resto, afirmó.

En la región, sólo Valladolid tiene implantado el quinto contenedor, que permite la recogida separada de fracción orgánica (sin mezclar con otros residuos domésticos), una práctica a la que el municipio de Burgos y el resto de capitales de provincia deberán introducir antes de 2025.

Actualmente, Burgos cuenta con tres centros de tratamientos de residuos domésticos con túneles de compostaje donde se realiza la separación de materias orgánicas.

En este aspecto, Junto subrayó: «Si la materia orgánica va mezclada junto a otra serie de residuos es muy difícil separarla en los centros y la eficacia baja muchísimo. Por eso, la clave fundamental de lograr una recogida de calidad es la separación en origen (es decir, en nuestros hogares) de los residuos orgánicos«.

La responsable adelantó la implantación de interesantes proyectos de compostaje descentralizados (doméstico y comunitario) promovidos por diferentes entidades y asociaciones que permite que se separen y se tratan in situ.

Objetivos y normativa vigente

Ejena Junco recordó a los asistentes que la ley 7/2022 de Residuos y Suelos contaminados para una Economía Circular entra en vigor en abril de 2023, y establece una serie de prácticas que aún no se han incorporado,  por lo que estamos en un  «estado de incumplimiento»:

  • Obligación de recogida separada de la fracción orgánica antes del 30 de junio de 2022 (esa fecha ya ha pasado).  Según esta norma, todos los hogares de municipios de más de 5.000 habitantes deberían separar selectivamente los biorresiduos en sus casas, y antes de diciembre de 2023, se extiende al el resto de muncipios.  «Se entiende como recogida separada no siempre un quinto contenedor, sino también el compostaje doméstico y comunitario», aclaró.
  • Desde 2020,  el 50% de nuestros residuos en España tenían que ser destinados para la preparación para la reutilización y el reciclaje;  en 2025, el 55%, en 2030, se debería alcanzar hasta el 60%.

 

Peculiaridades de Castilla y León

Castilla y León está por debajo de la media nacional en cuanto a reutilización de residuos domésticos.

«Actualmente en Castilla y Léon, solo el 30% de nuestros residuos domésticos se dedican a la preparación para la reutilización y el reciclaje. En España la media está en el 36%, en la Unión Europea supera el 47%».

La funcionaria advirtió que solamente podemos acercarnos a los objetivos con «cambio drástico de nuestro modelo de gestión en residuos orgánicos» para poder cumplir con la normativa vigente. La experta recordó que son las entidades locales las que tienen competencias en la gestión de residuos domésticos.

La responsable de Residuos de la Junta de Castilla y Léon, Elena Junco, durante su intervención en el edificio Nexo

La responsable de Residuos de la Junta de Castilla y Léon, Elena Junco, durante su intervención en el edificio Nexo

 

«Esta comunidad autónoma es la más extensa de toda Europa y apenas llegamos a 2 millones de habitantes. Tenemos una gran dispersión de la población; por ello,  la ordenación de nuestro territorio hace que tengamos que apostar más por unas medidas diferentes y que sea tan importante agruparse y colaborar para acercarnos a un modelo de gestión más eficiente», reveló.

Arrojó más datos: el 90% de los municipios castellano y leoneses tienen menos de 1000 habitantes, y solamente implican el 18% de la población.

Finalmente, Junco explicó el Plan Integral de Residuos de Castilla y León, revisado en 2022, que invita a que en poblaciones de menos de 50 habitantes se apueste por el compostaje doméstico; los pueblos de entre 50 a 300 habitantes, practiquen el compostaje comunitario, y los municipios de más de 300 habitantes. por el quinto contenedor.

«Hay que buscar una solución intermedia que combine compostaje in situ con recogida en grandes  poblaciones a través del quinto contenedor, siempre adaptándolo a las particularidades de cada territorio», concluyó.

La Junta de Castilla y león ha impulsado 41 modelos de compostaje comunitario en todas las provincias donde se pueden consultar manuales y ejemplos de éxito. Asimismo, las subvenciones y ayudas destinadas a este fin pueden consultarse en este enlace web. 

 

Otras intervenciones

El profesor Luis Marcos de Universidad de Burgos arrancaba la sesión «Desafíos y oportunidades en la gestión descentralizada y aprovechamiento económico y circular de los biorresiduos en la provincia de Burgos» con datos relevantes: «En España, solo el 10% de los requerimientos totales de material estuvieron cubiertos por material recuperado»

El profesor Luis Marcos de la Universidad de Burgos

Para encaminarnos a una mayor circularidad de los recursos del planeta «tenemos que ser responsables de nuestros residuos orgánicos de forma comunitaria y próxima».

«Para cumplir con los objetivos comentados en este foro, hay que poner en valor el papel que la educación y la sensibilización juega en este proceso de mejora y transformación», aseveró, por su parte, el responsable de Aulas de Medio Ambiente de Fundación Caja de Burgos, Miguel Ángel Pinto.

Completaron la tanda de intervenciones el profesor de la UBU Carlos Rad sobre “Biofertilizantes a partir de residuos y subproductos orgánicos”, la investigadora Milagros Navarro que presentó la ponencia «Experiencias formativas en maestría compostadora», y Beatriz Martin Castro, de Composta en Red que expuso la ponencia “Certificado profesional maestría Compostadora, y el Borrador de Orden Ministerial de Compostaje”.

 

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