Cervezas Virtus: la artesana made in Burgos
Ignacio Millán y Alfonso Moreno son los responsables de Virtus, una cerveza artesana 'made in Burgos'. Con una producción de 40.000 litros al año, la cervecera burgalesa ha logrado convertirse en una empresa exportadora en sus primeros 3 años. En su apuesta por crear una ‘cultura de la cerveza’ en la ciudad, organizaron el pasado mes de septiembre la primera edición del Festival Burgos Beer Fest con más de 12.000 asistentes.
27 de diciembre de 2016
El porqué una cerveza artesana es menos económica que una industrial está en el tiempo y la dedicación que se invierte en su proceso de elaboración. “Una cerveza industrial no tiene tiempo. El objetivo es que madure y fermente rápido. Y que se venda y consuma más rápido aún”. En Cervezas Virtus tienen tiempo para mimarla, conocimiento para encontrar su equilibrio. Ahí está la clave. El que habla es Ignacio Millán, uno de los socios de la cerveza artesana Virtus, empresa burgalesa participante en el programa Emprendedores de la Fundación Caja de Burgos. Con esta introducción, entendemos mejor el simbolismo que hay detrás de la cervecera burgalesa. Una marca que busca el equilibrio como virtud de los 4 ingredientes básicos de esta bebida milenaria: malta, agua, lúpulo y levadura. Elaboran unos 40.000 litros al año en una pequeña nave de Villalonquéjar (Burgos).
-¿Qué lleva a dos técnicos de Ingeniería Forestal a convertirse en fabricantes de cerveza?
-Básicamente la pasión, y hacer aquello que nos gusta. Somos amigos desde hace años y hemos crecido haciendo nuestras propias cervezas. Un día, a pesar de que los dos teníamos nuestros empleos, dimos el paso. Y obtuvimos nuestra primera cerveza artesana para la venta. Transformamos nuestras afición en una forma de vida.
-¿De qué año hablamos?
-En febrero de 2014 etiquetamos nuestras primeras botellas de cervezas Virtus.
-¿De todo el proceso, qué parte es la que disfrutáis más?
-Sin duda, la elaboración. Controlar el proceso es lo que más nos gusta, conseguir una cerveza de máxima calidad.
-¿Qué diferencia una cerveza artesanal de las que encontramos en los supermercados?
-El tiempo de elaboración lo marca todo. Las grandes industrias no tienen tiempo, y su objetivo es acortar plazos en su elaboración para producir más (maduración, filtrado, fermentación). Por eso realizan procesos que matan sabor y propiedades a la bebida. Nuestras cervezas Virtus tienen un poco de mosto para que continúe el proceso de fermentación dentro de la botella; nuestro proceso de filtrado es manual y, en cambio, la industria utiliza un filtrado químico, eliminando las levaduras y proteínas de la cerveza. Finalmente, Virtus no está pasteurizada y esto garantiza la conservación de aromas y sabores de los ingredientes originales. Por eso todas nuestras botellas tienen una fecha de consumo preferente, porque su elaboración es natural.
-¿Qué producción anual alcanzáis anualmente?
-Depende del año. La cerveza artesanal no es matemática pura, influyen algunos factores, pero rondamos entre los 30.000 y 40.000 litros al año.
-¿Exportáis actualmente?
-Sí, tenemos clientes en China, por ejemplo. Pero nuestro objetivo es entrar en Países Bajos. Un mercado muy consolidado, donde se aprecia mucho la cerveza artesana y con menos riesgos de cara a la exportación.
-¿Qué proyectos prevéis para 2017?
-Vamos a invertir unos 100.000 euros en una embotelladora con la que pretendemos doblar la producción. Y por supuesto, seguiremos promocionando la cerveza artesanal en el próximo Burgos Beer Fest.
-Burgos Beer Fest es un nuevo evento en la ciudad y estáis detrás de su organización. En su primera edición ha obtenido unos 12.000 asistentes. ¿Cómo surgió la idea y qué factores contribuyeron a su éxito ?
-Vimos una oportunidad en la promoción de la cerveza artesanal en nuestra ciudad. En las grandes capitales como Madrid, Barcelona o Valencia los consumidores aprecian nuestro producto, el trabajo que hay detrás de su elaboración. No les duele pagar un poco más por una cerveza hecha de forma artesanal porque saben todo el trabajo que hay detrás, y aprecian la calidad. Por eso, el primer objetivo de Burgos Beer Fest es acercar la cultura que hay en torno cerveza artesanal, como existe en otras ciudades españolas. Conseguimos traer a 15 marcas tanto de Castilla y León como de España, y estamos muy satisfechos con el resultado…con el que ganamos todas las marcas que concurrimos. Pensamos que hay mercado para todos, siempre que el consumidor apueste por una cerveza de calidad frente a las bebidas industriales, que copan más del 95% del mercado.
-¿Algún error del que hayáis aprendido como emprendedores de Cervezas Virtus?
-Hemos sido muy confiados con algún distribuidor. Hemos aprendido la importancia de buscar buenos comerciales en el canal de distribución. Es clave. Les das tu producto, y tienen que conocerlo, quererlo y apreciarlo. Al final son las personas que llegan al consumidor final, y les confías mucho.
-¿Son buenos tiempos para emprender?
-Yo diría que sí. Si emprendes cuando el mar está revuelto, y te mantienes los primeros años, tienes ya mucho ganado.
-Como participantes de Emprendedores de la Fundación Caja Burgos ¿qué destacaríais del programa?
-En realidad, los mentores de Emprendedores nos abrieron los ojos, nos dieron muchas pautas de cara a iniciar y consolidar nuestro proyecto, especialmente en cuanto a la viabilidad del proyecto (cómo fijar los precios de venta, los impuestos que teníamos que tener en cuenta..). También nos financiaron la estancia y mentoring del maestro cervecero de Hamburgo, Friedrich Matthies, que nos ayudó mucho en temas de elaboración del producto. Fue realmente satisfactorio, muy recomendable.
-Sabéis que el programa Emprendedores está ligado a proyectos empresariales que aportan al mercado algún aspecto innovador. ¿Cómo definirías el término innovación?
-Para nosotros, la innovación que hay detrás de Cervezas Virtus es el poder aportar a Burgos una bocanada de aire fresco en el nicho de las cervezas artesanales. Innovar también es asumir riesgos: apostamos por organizar el primer festival de cerveza en Burgos, y fue un éxito. Aun así, pensamos superarnos en la segunda edición. Siempre hay que pensar en el siguiente reto.