La sostenibilidad no es una opción. Es un camino al que las empresas, independientemente de su tamaño, deben dirigirse con agilidad. Para acelerar el proceso, los expertos invitados a la XV edición de foroBurgos recomendaron a los asistentes quitar peso a todo aquello que no aporta valor o refuerza el propósito de sus negocios y, en cambio, aportar "datos, claridad y honestidad" a aquellos aspectos sociales, medioambientales y de gobernanza que pueden incorporar, poco a poco, en su modelo de negocio. Se trata de un desafío complejo donde las alianzas permiten a las organizaciones llegar más lejos. "Las empresas que integran la sostenibilidad en su estrategia de valor se proponen transformar el mundo".

4 de octubre de 2023

La sostenibilidad no es una opción. Es un camino al que las empresas, independientemente de su tamaño, deben dirigirse con agilidad.

Para acelerar el proceso, los expertos invitados a la XV edición de foroBurgos recomendaron a las empresas quitar peso en todo aquello que no aporta valor o refuerza el propósito de sus organizaciones y, en cambio, «aportar datos, claridad y honestidad» en aquellos aspectos sociales, medioambientales y de gobernanza que pueden incorporar, poco a poco, en su modelo de negocio.

Lo expuso al inicio del evento foroBurgos el presidente de Fundación Caja de Burgos, Ginés Clemente:

“La sostenibilidad no es una necesidad, no es una tendencia… es un viaje, un compromiso continuo en el que cada pequeño paso, cuenta”. Ginés Clemente

Mónica Chao

Para la ex responsable de Sostenibilidad de IKEA, Mónica Chao, la sostenibilidad tiene que formar parte del cambio que demanda la sociedad.

“Estamos viviendo una transformación en la que todos somos parte, y que debemos abordarla con claridad, datos y conocimiento, y con honestidad”.  Mónica Chao

Asimismo, la experta en incorporar los criterios ESG en organizaciones empresariales defendió esta máxima durante toda su exposición: “La sostenibilidad tiene que generar valor a la empresa, no creo en las acciones de sostenibilidad que no tienen un retorno positivo”

Para ello, las empresas deben analizar qué es relevante para su negocio y qué palancas hay que accionar para ser más sostenibles y conseguir un impacto positivo en la sociedad.

Integrar en la estrategia de sostenibilidad en la empresa necesita de una reflexión profundo en estos tres campos:

  1. Cómo puedo ser más eficiente, en su acepción más amplia. Puede estar encaminada a un ahorro energético, a la revisión de procesos y productos, o a la búsqueda de alianzas. “Generar alianzas es ganar en eficiencia porque nos encontramos ante desafíos complejos que no podemos resolver solos»
  2. Cómo puedo generar más alcance con mi producto. Llegar a más personas. Vender más
  3. Cómo puedo llegar más alto. La sostenibilidad tiene un impacto positivo en el posicionamiento de las marcas, en su reputación tanto externa –permitiendo un mejor acceso a financiación- como interna –generando una cultura de empresa que atraiga y retenga talento-

Otras ideas destacables de la responsable de la consultora Acativa fue el papel clave que tiene la comunicación y la información veraz. “Muchos clientes no saben que un determinado producto le puede ayudar a reducir un 5% la factura de la luz. Está demostrado que los productos que explican con detalle sus atributos son mejor valorados por los consumidores”, dijo refiriéndose a una encuesta de Mckinsey.

Para Chao, al hablar de sostenibilidad es vital encontrar un equilibrio entre lo que comunicamos y lo que hacemos. Es importante -dijo- saber construir una historia que recoja los criterios ESG (no financieros) sobre nuestra marca para conectar con cada uno de nuestros diferentes grupos de interés: inversores, clientes, empleados…”.

Asimismo, recordó el papel de las administraciones en esta transición. “Los países están desarrollando nueva normativa para los requerimientos que arroja la ciencia (…) pero esta transición solo va a ocurrir cuando el capital se dirija a la sostenibilidad”.

Fernando Trias de Bes

Para el economista y escritor Fernando Trias de Bes la sostenibilidad no es una moda, sino una demanda social que ha venido para quedarse, y su modo de aproximarse a ella es verla como un mercado. Pero, advirtió ya en el arranque de su exposición: “La sostenibilidad tiene que ser sostenible”.

Se refería Trias de Bes a quién o cómo se paga la factura de la sostenibilidad y a cómo nos enfrentamos a las externalidades del sistema actual, insistiendo en el que el rol de la Administración para orientar las preferencias de la ciudadanía es clave para afrontar el desafío de la sostenibilidad.

“Las externalidades se definen como aquel daño o aquel otro efecto que uno por uno, en su acción individual (encender una luz innecesaria, conducir un automóvil habiendo otras alternativas…) no hay una sensación de estar causando un mal, pero que, en el conjunto de todos, genera un efecto”

En este sentido, el autor de Seres Excepcionales o El Libro Negro del Emprendedor aseguró que no se le puede pedir al individuo que solucione las externalidades.

“Resolver estas fricciones es una competencia de las administraciones públicas y de las empresas. Y sin embargo, y ésta es la grandísima paradoja: hemos sido los ciudadanos los que hemos puesto la sostenibilidad en la agenda” Fernando Trias de Bes

¿Cómo la ciudadanía ha expresado su apuesta por la sostenibilidad? A través de los votos. Votos de los ciudadanos en el sistema electoral (a los grupos políticos) y votos de consumo a través de decisiones de compra, continuó el conferencista.

El economista catalán referenció a su colega David Anisi para explicar que cualquier sistema económico puede ser explicado en base a tres actores: mercado, jerarquías y valores.

“La demanda de la sostenibilidad emana de la aniquilación de valores en un contexto de mercados preponderantes”, dijo en alusión a un mercado que ha ido “inundando” los valores y la jerarquía.

A continuación, describió el mercado de la sostenibilidad analizando su demanda, una demanda que calificó de atenta porque nace preocupada.

“En 2040, el 90% de la capacidad de compra estará concentrada en la generación Y (millenials) y Z, y conocer sus gustos, su forma de relacionarse con el mundo es esencial para que las empresas vayan adaptando su oferta hacia ellos”.

En cuanto a la oferta, el economista aseveró que ha sido gradual enfocada al principio a minimizar riesgos, evolucionando a través de la RSC, detectando nuevas oportunidades de negocio, después, apenas recientemente.

“Mirando al futuro, las empresas que incorporan la sostenibilidad en su estrategia de valor se proponen transformar el mundo”

El también columnista recordó a los más de 300 asistentes que la sostenibilidad tiene cuatro dimensiones que van más allá de lo estrictamente medioambiental afectando también a cuestiones de economía, mejora de la calidad de vida de las personas y de la sociedad.

Por ejemplo, en la dimensión de Medio Ambiente, las empresas pueden revisar sus políticas de envase, eficiencia energética, contaminación acústica… En cuanto al bienestar de las personas entran oportunidades vinculadas a la salud, la equidad, equiparación salarial… En temas de economía, las organizaciones pueden incorporar aspectos relacionados con la economía circular, la economía colaborativa… El comercio justo, la inmigración o la inclusión recaerían en los desafíos a los que se enfrenta la sociedad. 

“Este planteamiento permite que cualquier negocio, por pequeño que sea, pueda decidir en qué ámbito puede encontrar una oportunidad alrededor de este gran paraguas que es la sostenibilidad”.

Continuando con el ejemplo, el experto en innovación recomendó a las empresas y organizaciones presentes utilizar un modelo canvas o el lienzo para reflexionar con 9 elementos (alianzas, coste de estructura de costes, lógica de ingresos, canales, segmentos de clientes..) una mejora de sostenibilidad en cada modelo de negocio.

Mesa redonda

Sobre la transición hacia nuevos modelos de negocios y las oportunidades que brinda el campo de la sostenibilidad dialogaron tres profesionales invitados a compartir mesa XV edición de foroBurgos.

El secretario de la Asociación Española del Hidrógeno, Miguel Antonio Peña, la vicepresidenta de DIRSE (Asociación española de Directivos de Sostenibilidad), Susana Posada y el director de Personas, Calidad y Sostenibilidad en Grupo Pascual, y Joseba Arano Echeverria, debatieron sobre aspectos como la financiación europea de proyectos sostenibles, la relación entre empresa y mundo académico o formativo, la necesidad de impulsar el transporte ferroviario de mercancías en el territorio para reducir las emisiones del transporte por carretera, la falta de relevo profesional en el sector ganadero o de talento en tecnologías como el hidrógeno verde, el reto de vincular sostenibilidad y desarrollo rural o los beneficios que aporta implicar a los empleados en las políticas de sostenibilidad “como los principales embajadores de marca”.

Cerró la jornada el director general de Fundación Caja de Burgos, Rafael Barbero, apelando a la responsabilidad de las empresas hacia el bienestar de las personas y de su entorno.

«La sostenibilidad implica modificar hábitos de gestión y asumir la responsabilidad de nuestro entorno» Rafael Barbero.

En su discurso de clausura, mostró el compromiso de la Fundación Caja de Burgos por el desarrollo de hidrógeno verde en Castilla y León a través de la asociación H2CLY  y aprovechó este foro de debate para reivindicar la importancia de que Burgos cuente con hidroductos que permitan el desarrollo de esta tecnología, clave para la descarbonización de la economía regional y con potencial para crear 3.200 empleos en el territorio, según estudios realizados por la agrupación.

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